A finales de los 80 y principios de los 90 (del siglo pasado, se entiende :) surgió una subcultura que vino a llamarse la demoescena, formada por grupos de artistas, músicos, videocreadores y programadores especializados en crear demos. Estas consistían en presentaciones audiovisuales, generalmente no interactivas, que se ejecutaban en tiempo real exprimiendo las incipientes capacidades multimedia de los ordenadores de la época. A veces venían en CDs o disquetes de revistas, y otras se obtenían a través de BBS, en fin, que era otro mundo y nos hacemos mayores. Recuerdo el asombro que me produjeron muchas de ellas, y el estímulo que supusieron a la hora de sentarme a programar e intentar ir un paso más allá. Como curiosidad, los autores del formidable videojuego Max Payne fueron en su momento demosceners.
Pues bien, hace unos pocos días me reencontré con todo este mundillo a través de este post de Tom en su blog La Kabaña en el que hablaba de 256b.com, una página que recoje una forma extrema de demos de 256 bytes (si, bytes). Se trata de asombrosas joyas minimalistas como este vuelo por un mundo de bloques que ilustra este post, o este otro minitetris.
Por cierto que Tom hace en su perfil una de las reflexiones más filosóficas e ingeniosas que he oído en mucho tiempo: 'la vida laboral ha hecho de mi mejor ciudadano y peor persona...' ¡Chapeau, Tom!
Fuente: Tom. Apúntate vía RSS (¿cómo?).
viernes, 15 de agosto de 2008
"Demos" de 256 bytes
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