Hoy presento una gran primicia. He estado analizando tu perfil de navegación, las cookies de tu browser, te he observado mientras examinabas el contenido de este blog y otros similares asociados a este, y estoy en condiciones de ofrecerte un perfil psicológico completo y gratuito. Mi experiencia es tal que puedo afirmar que mis descripciones son puntuadas con un grado de acierto de 8.52/10. Juzga tu mismo la siguiente descripción generada exprofeso para ti, amable lector:
Tienes la necesidad de que otras personas te quieran y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Disciplinado y controlado hacia afuera, tiendes a ser preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas.
En realidad, y lamento si alguien se siente un poco defraudado, estais ante la tercera entrega de mis experimentos psicológicos favoritos (#1, #2), más concretamente ante el denominado efecto Forer. Este efecto, también llamado efecto Barnum o de forma más técnica falacia de validación personal, consiste en la observación de que los individuos tienden a dar como altamente precisas descripciones de su personalidad supuestamente realizadas específicamente para ellos, cuando en realidad son muy generales y lo suficientemente vagas como para ser aplicadas a un amplio espectro de gente.
En 1948 Bertram R. Forer pasó a sus estudiantes un test de personalidad, y luego les proporcionó un análisis de su personalidad supuestamente basado en los resultados del test. En realidad les dió la descripción dada arriba. Finalmente pidió a cada uno de los alumnos que evaluasen el grado de acierto del análisis en una escala de 0 (muy pobre) a 5 (excelente). El promedio fue de 4.26.
Y luego hay quien se pregunta por qué funcionan los horóscopos.
Fuente: arramplando literalmente con el artículo de la Wikipedia sobre el Efecto Forer. Como siempre, gracias por venir. Si te gustó el post puedes apuntarte a través del correo electrónico o por medio del feed RSS (más información acerca del RSS). También puedes seguirme a través de mis elementos compartidos de Google Reader y por Twitter.
4 comentarios:
Jajaja, por un momento creí que eras un gurú de la adivinación o que tienes un sistema experto conectado a una bbdd de usuarios con sus perfiles y huellas digitales ... jajaja.
Menos mal que es solo esa "falacia de ..."
Pero, y ahora en serio, la toma de datos constante y a lo largo del tiempo de navegaciones, búsquedas, tecnología empleada (os, navegador, javascript on/off, ...) acciones y omisiones en la vida digital de un navegante constituye una huella o hash inconfundible de la personalidad de ese navegante, que interesa mucho a los que les interesa el poder o control de la gente o a los que les interesa conocerse a si mismos (estos suelen ser más amables) ...
Buen post.
Salu2
¡Hola Javier! No me quería meter por ahí, ya que sería tema para uno o varios posts específico, pero hay tecnologías capaces de identificar de forma única a lo cibernautas por el navegador (y te aseguro que hay empresas que se ganan la vida con ello)
Tres ejemplos:
Panopticlick
Kluge
FYI Center
Un abrazo
Antonio
Antonio: a tí te gustaría leer "Las 48 leyes del poder", de Robert Greene (si es que no lo has hecho ya). Y también un libro bastante antiguo que resulta muy difícil de encontrar: "Los alemanes y yo", de Sefton Delmer. Es una historia sobre la propaganda británica durante la Segunda Guerra Mundial.
Las debilidades de la mente humana, que nos hacen vulnerables a la propaganda política y a engaños de todo tipo, son todavía más fascinantes que el fracaso del software según Cuartango.
Muchas gracias por ponerme en la pista de Robert Greene y Sefton Delmer, no los conocía, pero me propongo hacerlo.
Un abrazo
Publicar un comentario